“Equus Digital Media” (“Brinca”), la jaca que salta obstáculos y prejuicios

Fuente: Ángel Peralta Astolfi

“Equus Digital Media” (ex “Brinca”) es la última sensación en las pistas de salto de obstáculos. Con poco más de un año de experiencia en la disciplina, ya se mide con los mejores. Pero, además, “Brinca” no sólo debe saltar obstáculos, sino que también ha de sortear prejuicios. El animal es una jaca vaquera. Sin orígenes pero, con un gran corazón y medios, “Brinca” permite a sus responsables tocar con los dedos el sueño de la aventura internacional.

“Brinca” (actualmente llamado “Equus Digital Media”, por un acuerdo con su actual sponsor) se ha convertido, por méritos propios, en una de las más recientes promesas del circuito de saltos nacional. Empezó a saltar con 10 años, cuando la mayoría de ejemplares se inician en la disciplina con un tercio de esa edad. Y, su actual jinete, compite con él desde septiembre del año pasado. A principios de diciembre, ambos saltaron de manera brillante un Gran Premio a 1,40 en un CSN4*. 

Sólo con estos ingredientes, ya tendríamos suficiente material para redactar una bonita historia. Pero es que, además, nuestra protagonista no luce orígenes de lujo. No es hija de “Chacco Blue”. Ni desciende del mítico “Indoctro”. Ni falta que le hace. “Brinca” es una jaca vaquera de 1,57 metros de altura. Pero ni sus orígenes desconocidos, ni su escasa talla son obstáculos suficientes para parar a este caballo que, pese a tener el maslo cortado, salte como el mejor caballo centroeuropeo.

Fuente: Ángel Peralta Astolfi

Pero, como siempre, es necesario empezar por el principio para conocer toda la historia. “Brinca” era una jaca vaquera que vivía en unos rastrojos y había corrido liebres en su Andalucía natal. El animal era tan veloz que, rápidamente, se ganó buena fama en ese pequeño mundillo. Como curiosidad, por aquella época el pobre animal no tenía ni nombre. Era conocido, simplemente, por su apodo de “Regalito”.

Quien sí tiene orígenes de lujo es Ángel Peralta Astolfi, el otro gran protagonista de esta historia. Descendiente de una gran saga de jinetes (no en vano, está emparentado con el mítico jinete de salto de obstáculos, Luis Astolfi), Ángel se dedica a los espectáculos ecuestres. Un buen día, un conocido le pidió una jaca vaquera para una niña. Ángel, que en ese momento no tenía ningún animal con esas características en sus cuadras, habló con Pepe Vilchez, por aquel entonces propietario de nuestra jaca protagonista.

Enseguida “Brinca” recorrió la distancia que separaba las localidades de Córdoba y Utrera para empezar una nueva vida como caballo de aquella niña. Pero no funcionó. Los nuevos propietarios no consiguieron conectar con la jaca y la devolvieron a Ángel quien, de nuevo, buscó un posible candidato. Por segunda vez, “Brinca” no encontró acomodo en su nuevo hogar.

Fuente: Ángel Peralta Astolfi

Con el caballo de nuevo en sus cuadras, Ángel Peralta decidió comprarle la jaca a su amigo Pepe, para compensar las molestias causadas en ese mes de idas y venidas. Ángel confiesa que, además, “nunca solté dinero por la jaca. Es más, se pagó con dos facturas de dos actuaciones de mi caballo. Más que una compra, fue un trueque”.

La jaca tenía, por fin, un hogar estable pero, todavía, le faltaba un nombre. Ángel decidió bautizarla como “Brinca”, en honor al primer caballo que le regaló su abuelo. Toda una declaración de intenciones.

Aunque la pasión de los caballos corre por sus venas, para Ángel esto no es un pasatiempo, sino un modo de vida. Por ello, “Brinca” debía buscar una profesión y empezar a ser rentable. El propio Ángel nos confiesa que “Me gusta que un caballo haga lo que le divierta y le haga útil. Yo no soy pudiente. Tengo que mirar el futuro del caballo. Si el caballo no es un crack, no es un caballo en el que yo me voy a parar o invertir, porque no es mi filosofía”. Y “Brinca” es un auténtico crack. Aunque sus habilidades estaban todavía por descubrir.

Fuente: Ángel Peralta Astolfi

Un buen día, Ángel decidió darle un par de saltos a su nueva jaca. El motivo de esta decisión fue más sentimental que práctico: “siempre me ha llamado la atención una foto que tengo de mi abuelo, saltando una cerca con garrocha y todo. Mi sueño es, algún día, imitar esa foto.”. La fotografía a la que se refiere Ángel fue tomada hace unos 60 años y muestra a su abuelo saltando una cerca sobre un caballo tordo de nombre “Discutido”. Ahora, ese sueño está más cerca y Ángel no descarta: “hacerlo antes de final de año, incluso. Tengo que buscar la cerca y todo.”

Así que, con las miras puestas en un sueño, “Brinca” empezó a saltar. Y Ángel quedó maravillado. Según nos cuenta, la jaca era capaz de saltar reparos. “Y descubrí que podía ser un fenómeno. Pero, claro, había que enderezar muchas cosas. Había que hacer un gran trabajo”, nos confiesa.

¿Y cuál era ese gran trabajo? Ángel define a “Brinca” como “un ferrari”: “dabas un salto y parabas a los 5 kilómetros. No había manera de pararla. Daba un salto y se torcía, se doblaba.” Pero la calidad estaba ahí: “potencia, calidad y corazón no le faltan.”

Fuente: Ángel Peralta Astolfi

Ángel vio que tenía entre manos un caballo único. Como él confiesa: “no creo que esto vuelva a pasarme.” Y, probablemente, a la gran “Brinca” tampoco. Y es que en esto de la hípica es tan importante ver las debilidades del caballo como las de uno mismo.

Ángel admite que él se dedica a los espectáculos ecuestres y que, por ende, no tenía tiempo suficiente para concursar a “Brinca” en saltos. Pero, se sincera y añade algo más: “yo puedo concursarle a 1,20m ó 1,30m. De hecho, ahora iré a un concurso en Utrera. Pero el caballo puede y se merece saltar más. Sería egoísta por mi parte tener que bajarle para que pudiese montarlo yo. Yo no tengo la experiencia para saltar tan alto y, el caballo, como ha empezado tarde a competir, no tiene tiempo para dármela.

Porque Ángel nos dice que, para él: “los caballos, como las personas, merecen cumplir sus sueños”. Si a nuestro protagonista le honra reconocer sus flaquezas (en este caso, la falta de experiencia para saltar al máximo nivel), todavía ensalza más su figura el hecho de que decidiese darle la monta de “Brinca” a otro jinete.

Fuente: Ángel Peralta Astolfi

El elegido fue Carlos Bosch, jinete con experiencia nacional e internacional. Ángel Peralta nos justifica su decisión: “A Carlos lo conozco desde pequeño y tengo grabado en la mente un concurso en el que él estaba compitiendo con un penco y se metió en el Gran Premio. El primer día, en el vertical, el caballo pasó por debajo y, luego, en el GP hizo sólo dos palos. Yo sabía que un loco de este calibre podia sacar el caballo. Además, él tiene experiencia a ese nivel y yo no.”

Carlos comenzó a montar a “Brinca” hace apenas un año, a principios de otoño de 2019. Ángel nos confiesa que “yo confiaba en Carlos y en un concurso en Córdoba se la di. Llevarla en la pista de ensayo ya era un reto, porque era imposible de manejar. Al final, Carlos ha hecho un gran trabajo con él. Yo creo que era el único que podía hacer ese trabajo. Yo siempre confiaba y sabía que potencia, calidad y corazón no le faltan. Lo único era el manejo y, al dar con ese manejo, ya tienes el caballo.

Con esas facultades, los resultados no tardaron en llegar, pese al poco tiempo que Carlos y “Brinca” llevaban juntos. Tras debutar en alturas de 1,20 metros, ambos dieron el salto a 1,30, donde se están consolidando. A principios de diciembre, Carlos y “Brinca” disputaron el Gran Premio del CSN4* de Sevilla, a 1,40m de altura. Ángel nos cuenta que “los metí en ese Gran Premio como una prueba. El caballo pasó de saltar 1,30 a hacer un GP a 1,40 del tirón. Nunca había competido antes a 1,40m y, su primera prueba, fue un Gran Premio. El caballo hizo tres derribos, pero fueron tres derribos sin importancia. Fue un Gran Premio muy brillante. A todo el mundo le sorprendió. Fueron un par de toques de pie. Uno fue en una calle, que entró muy fuerte. Si hubiese entrado más relajado, le hubiese dado tiempo a quitarse. El jinete tuvo que apretar porque es un caballo pequeño.” 

Fuente: Ángel Peralta Astolfi

Y, claro, con los resultados, llegaron los sponsors. Este año, la empresa Equus Media ha decidido apadrinar a la jaca. De hecho, “Brinca” ahora compite oficialmente bajo el nombre de “Equus Digital Media”. Para Ángel, estos apoyos son fundamentales. Especialmente en un año tan difícil como el 2020, donde no ha podido realizar ni un sólo espectáculo.

Como nos confiesa el propio Ángel, cuando “Brinca” sale a la pista, atrae todas las miradas. Su propietario nos habla de sus puntos fuertes: fuerza, potencia, corazón… pero, ¿cuáles son sus debilidades?. Ángel admite que, como nos ha adelantado, el manejo nunca ha sido fácil. No obstante, nos confiesa que ahora es mucho más fácil de llevar. De hecho, nos dice que “yo creo que el punto débil se lo hemos hecho fuerte. Ahora lo va a competir una prima mía y yo lo he competido en Palma del Rio, aunque fuera de premio. Y está súper fácil. En el GP de Sevilla ha estado muy fácil. Yo creo que Carlos ha disfrutado mucho en la monta.”

Además, nos cuenta que: “si tú le suavizas el asiento es más fácil. Ella no quiere mucho peso. Si le trabajas con un asiento más ligerito, se pone menos bruta. Pero es muy valiente. Es exageradamente valiente. Nunca se va a parar. Le pongas lo que le pongas. Y es muy limpia, no quiere tocar.”

Fuente: Ángel Peralta Astolfi

Pese a la calidad de “Brinca” (o “Equus Digital Media”) el camino no está siendo fácil. Y es que ver a esta jaca en un concurso de saltos, sigue chocando. Ángel nos cuenta cómo, por ejemplo, en el Gran Premio de Sotogrande estuvieron a punto de ser descalificados por monta peligrosa, ya que los jueces no creían que aquella pequeña jaca pudiese sortear los imponentes saltos. “Hizo un par de palos en ese Gran Premio. Llegó al salto número 2 sin verlo. No sé qué le pasó. El caballo tropezó, batió de lejos y se lo llevó sin verlo. Pero, después, en vez de venirse a menos, se vino arriba. Hizo un pruebón. Voló en el triple.

Y es que “Brinca” sigue levantando pasiones allá a donde va. “En esencia, era una jaca, un caballo de cortijo y terminará siendo un caballo admirado. De él se ríen, dicen mira el de “granjero busca esposa”. Pero cuando pone el pie en la pista, vibra. No sé cómo explicarte, pero creo que nunca he visto a la grada metida tanto en el corazón de un caballo. Si, a lo mejor, si fuese con la cola larga, ya sería “qué bien salta el caballito” pero, al ser una jaca, es diferente.

Con estas capacidades y estos resultados, ¿cuáles son los objetivos para esta jaca? ¿hasta dónde podrá llegar?. Ángel nos confirma que el próximo concurso de “Brinca” será el Campeonato de España, a disputarse en Valencia. Allí, competirá en la categoría de 1.30m.

Fuente: Ángel Peralta Astolfi

Para 2021, Ángel se permite soñar en grande: “el siguiente objetivo es meterle en internacionales. Todavía hay hueco en las cuatro últimas semanas del Circuito del Sol.” La idea, según nos cuenta, es consolidar a “Equus Digital Media” en alturas de 1,40m a nivel internacional. Si fuese posible, en 2022 daría el salto a 1,50m. Para ello, Carlos y “Brinca” deberán hacer las maletas y viajar por Europa, midiéndose a los mejores de la disciplina. En este punto, Ángel es prudente. Sabe que la calidad está ahí, pero las facturas hay que pagarlas. Nos adelanta que está intentando cerrar un contrato con un nuevo sponsor que permita a su jaca saltar en los mejores escenarios del viejo continente.

Y, a partir de ahí, ¿por qué no soñar? Ángel confiesa que “me gustaría que se meta en el equipo (español de saltos), porque es un caballo que tiene medios para hacer cualquier cosa. Tiene mucha valentía y es imparable.

Con la boca pequeña, quizá tras haber recibido demasiadas sonrisas burlonas al exponer sus objetivos, nos dice que “el sueño, es una locura, es seguir soñando. Porque yo lo veo saltando en 1,30 y ya pienso en subir a 1.40m. Y lo veo en 1,40m y ya pienso en 1,50m. No creo que se esté cometiendo una barbaridad. Porque son cosas que el caballo está pidiendo.” 

Fuente: Ángel Peralta Astolfi

Y es que pese a su corta talla, “Brinca” obliga a soñar alto. Mucho más alto que los imponentes saltos que ya sortea como si de cruzadas en el suelo se trataran. Ángel continúa:tener un caballo de estos pequeños y ponerlo en grandeza es más bonito que coger un talonario e ir a Europa y pagar 100.000 o lo que sea, por un caballo. Porque este caballo al final costó una copia [refiriéndose al pago que realizó por él. Al cambiarlo por dos pagos de sus espectáculos].”

Ángel finaliza diciéndonos que “la ilusión galopa y yo voy a desembolsar todas las ganas y todo lo que creo en ella porque se lo merece.”.

En broma, añade que podemos decir en este artículo que este hombre está tan loco que creemos que está soñando con las olimpiadas. Y, si bien Ángel probablemente esté soñando con los Juegos, esto no es ninguna locura. No si tiene, a su lado, a “Brinca”, la jaca que salta obstáculos y prejuicios.

Una respuesta a «»

  1. Yo creo que a parte del don que sin duda tiene Angel para”OLER LAS TRUFAS”, es una historia que soñabamos ( yo por lo menos) muchos niños de 10-11-12 años cuando enamorados del Caballo y emborrachados del olor del cuero y la cuadra pasábamos casi 4 meses de veraneo en el campo donde siempre había 2o3 caballos para montar y tú probabas saltar acequias, bajar barrancos y saltar obstáculos que inventabas hacien de pista “La Era”. Yo nunca conseguí ligarle un recorrido, pero todos los días me despertaba con la ilusión . Luego volvía a Madrid colegio y finde clases de salto con lo que había ….. y a esperar otro verano para “fabricarme” mi Caballo soñado

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