
Alex Crivillé se convirtió, en la década de los 90 y principios de los 2000, en uno de los deportistas más reconocidos de nuestro país. Campeón de motociclismo en dos ocasiones (1989 y 1999) fue también el primer español en conquistar la categoría reina de los 500cc. Aunque en 2002 anunció su retirada del motociclismo, el catalán no se alejó del deporte. Simplemente, cambió de montura. Hoy, Alex Crivillé es una de las figuras más destacadas en el raid nacional.
Probablemente sea difícil encontrar a un español que no esté familiarizado con el rostro o con la voz de Alex Crivillé (1970) Y es que el catalán ha alcanzado esa popularidad por méritos propios. Desde joven destacó en las categorías inferiores del motociclismo. Sus habilidades le llevaron a coronarse campeón del mundial de 125cc con tan sólo diecinueve años (1989) Una década después, volvía a hacer historia al convertirse en el primer español en conquistar la categoría de mayor cilindrada (500cc).
Tras varios desvanecimientos derivados de su epilepsia, Crivillé anunció su adiós en el año 2002. Desde entonces el catalán ha seguido vinculado al mundo del motociclismo como comentarista deportivo. Pero, lo que pocos saben es que Crivillé no ha colgado el casco sino que, simplemente, ha cambiado de montura. Hoy, el ex piloto es un conocido y reconocido jinete de raid.
El raid o endurance es una disciplina ecuestre muy exigente. Caballos y jinetes compiten en pruebas al aire libre de entre 40km y 160km. Pero la dificultad no radica sólo en la distancia, ya que algunas pruebas se desarrollan en climas extremos o en superficies diversas y complejas.

Además, el raid no sólo consiste en llegar primero sino que, especialmente, se centra en el bienestar animal y en la salud de los caballos. Así, a lo largo de las pruebas, los binomios pasan por distintos puntos de control o vet-check donde se someten a controles veterinarios. En estos controles, los caballos no deben sobrepasar un número concreto de pulsaciones por minutos y, además, deben presentar una buena forma física. La exigencia llega hasta tal extremo que un caballo no podrá continuar e, incluso, podrá ser descalificado si no pasa el test.
En estas competiciones no es inusual ver a caballos que, pese a haber llegado primeros a un punto de control, son sobrepasados rápidamente por otros contrincantes ya que, al haber hecho un gran esfuerzo, necesitan más tiempo para recuperarse en estos puntos. Por lo tanto, en el raid no sólo cuenta llegar el primero sino, muy especialmente, en qué condiciones lo hace el caballo.
Esta disciplina es especialmente popular en los países del Golfo Pérsico y en algunas zonas de Europa como España, Francia o Bélgica. Y, dentro de nuestro país, Cataluña es una de las regiones más fuertes de este deporte.
Este ambiente parecía el caldo de cultivo perfecto para que Crivillé se aficionara al raid. El expiloto comenzó a montar a caballo cuando todavía competía en motociclismo pero, no fue hasta años después de su retirada oficial de la competición, cuando se tomó la hípica más en serio y decidió apuntarse a una prueba de endurance. Corría el año 2010. Sólo un año después, consigue su primera victoria importante al alzarse on el CEI2* Interautonomías (120km) con “Kola de Tanues”.

La carrera ascendente de Crivillé continúa en 2012, consagrándose como una de las primeras espadas de la disciplina. Tras sumar victorias y colocaciones en pruebas de 100km y 120km, consigue alzarse con el bronce en el Campeonato de España a lomos de “Inguru”.
Precisamente el Campeonato nacional es una de las pruebas donde la suerte le ha sido esquiva al catalán ya que, en las tres ediciones siguientes, Crivillé no consiguió terminar la prueba, siendo descalificado o retirado.
Las cosas cambiaron en 2016 cuando, junto a “Saida P” logró clasificarse séptimo. Sus buenos resultados en el Campeonato de España le valieron un billete, como reserva, al Campeonato de Europa de la disciplina.
Y, entre medias, Crivillé había seguido sumando triunfos y buenos resultados, como el CEI1* (100km) de Alta Anoia con “Kola de Tanues” (2012) un segundo puesto en el CEI3* (140km) de Barcelona con “Inguru” (2012), el triunfo en el CEI1* (100km) de Tordera con “Bradi” (2015) o el cuarto puesto en el CEI3* (140km) de Barcelona con “Saida P” (2015).

En 2020, el año de la pandemia, Crivillé logra terminar y clasificarse en el Campeonato de España. Esta vez lo hará con “Asifa”, cruzando la meta en quinto lugar.
Tras un 2021 difícil, el expiloto vuelve a la senda de los éxitos en 2022 y 2023, probablemente dos de sus mejores años en competición hasta la fecha. Y es que en estas dos últimas temporadas Crivillé ha logrado añadir a sus vitrinas las escarapelas del CEI1* (100km) de Vic Osona (tercero con “Kalifornia Al Payral”) del CEI2* (120km) de Tordera (cuarto con “Kalibu Kossack EA”) o del famosísimo Santa Susanna (tercero con “Kalifornia Al Payral”) Igualmente, Crivillé es el actual subcampeón de Cataluña, título que conquistó con el ya mencionado “Kalifornia Al Payral”.
Actualmente, el ex-piloto prepara la temporada de 2024 con ilusión y disciplina. No en vano, el catalán entrena más de 4 horas al día, recorriendo más de 70 kilómetros diarios con sus caballos. Y es que, aunque haya cambiado la velocidad por la stamina, de lo que no cabe duda es que Crivillé es un genio cuando se trata de dar el máximo con sus monturas.

