Canarias, paraíso del purasangre (I)

Fuente: Asociación Gran Canaria de Equitación el Estribo

Aprovechando el interés mediático de la jornada benéfica que se celebrará el próximo 13 de octubre en el Hipódromo de Valleseco (Gran Canaria) vamos a repasar la historia de las carreras de caballos en las islas, así como su estado actual. En artículos posteriores, estudiaremos más a fondo el momento actual y la realidad de cada una de las islas.

Cualquier aficionado a las carreras de caballos, al ser preguntado, afirmará que éstas no son un deporte demasiado popular en España. Pero esta frase no es del todo cierta. Para ser justos con la realidad, se debería señalar que las carreras de caballos no son populares en la España…peninsular. Así, tanto Baleares (con su trote) como Canarias (con el galope) representan dos grandes ejemplos de afición y entusiasmo a este deporte.

El análisis de este deporte en Canarias se dividirá en tres artículos. En este primero se analiza el contexto histórico y evolución de las carreras en las islas. El segundo hablará de la situación actual del turf en el archipiélago. Y el último artículo repasará al detalle las competiciones y particularidades de cada isla. 

En términos generales, las carreras en Canarias destacan por su carácter popular, vinculado a las festividades de cada localidad. Así, aunque existen algunos hipódromos y pistas cerradas, las pruebas más conocidas se celebran sobre el asfalto. 

Recorte de prensa de 1982

En la actualidad, tres de las islas (Gran Canaria, Tenerife y La Palma) cuentan con campeonatos y pruebas regulares. Además, la isla de Fuerteventura está intentando recuperar este deporte. En total, entre las islas existen más de cien cuadras en activo, cuatro campeonatos y cuatro hipódromos (aunque sólo uno de ellos celebra competiciones) 

Contexto histórico

Existe bastante unanimidad entre los historiadores al señalar que los caballos llegaron a Canarias con los conquistadores castellanos. En su libro “El caballo y Gran Canaria”, la investigadora María de los Reyes García Gómez señala la isla de Lanzarote como la primera en recibir a los equinos. Corría el año 1393.

Apenas cien años después, en el 1484, el historiador Pedro Gómez Escudero hace referencia a la existencia de carreras de caballos en Gran Canaria. Sabemos que este deporte gozaba de cierta popularidad en las islas pues, unas décadas después y coincidiendo con el nacimiento de Felipe II (1527) la Laguna (Tenerife) fue escenario de unas carreras de sortijas.

Los organizadores de la Palma Ecuestre y la Asociación el Estribo (en Gran Canaria, encargados de organizar las carreras en el Hipódromo de Valleseco) coinciden al señalar el motivo que dio origen a este deporte en sus islas: los ganaderos locales hacían competir a sus caballos para demostrar su pericia como criadores y entrenadores. Así, durante décadas, las carreras eran disputadas por caballos cruzados nacidos en las propias islas. Pero, poco a poco, la superioridad del Pura Sangre Inglés (P.S.I.) se fue imponiendo y, hoy en día, la mayoría de las carreras están reservadas a esta raza.

Carreras sobre asfalto en la Palma | Fuente: Turf Canario

Durante décadas, las carreras de caballos eran organizadas por particulares y con el mero afán de encontrar al jinete más habilidoso o al caballo más veloz. García Gómez, en el libro arriba mencionado, incluye innumerables ejemplos de estas pruebas durante el último tercio del s XIX. La primera referencia que encuentra la historiadora se sitúa en 1856, cuando un caballo y una mula cubrieron la distancia que separa el Castillo del Rey con Guía (unos 41 km) 

Los artículos de prensa encontrados por la historiadora ayudan a trazar algunas características transversales a estas carreras. En primer lugar, eran pruebas de larga distancia, la mayoría por encima de los 20 kilómetros. Además, estas carreras se disputaban sobre las carreteras o calzadas usadas por los ciudadanos. La falta de medidas de seguridad básicas (como cortar las carreteras o avisar a los vecinos) ocasionó varios incidentes y lesiones.

Ante esta realidad, los Ayuntamientos tomaron dos tipos de medidas. Por un lado, se promulgaron Ordenanzas que perseguían y multaban a los corredores. Y, por otro, empezaron a organizar algunas pruebas, normalmente enmarcadas en las fiestas patronales. 

Las carreras de sortijas se celebran en las islas desde, al menos, el s XVI | Fuente: Gara Suárez

La legalización y amparo institucional de estas carreras no estuvo exenta de polémica. García Gómez recoge varias cartas y quejas de diversos ciudadanos que culpan a los Ayuntamientos de alentar y dar cobijo a estas pruebas que están causando tanto daño a los vecinos. La situación debía ser especialmente caótica y peligrosa. La historiadora menciona en su obra varios artículos de la época donde se recogen los estragos y lesiones que causaban las carreras ilegales. García Gómez localiza, incluso, un accidente que causó la muerte de un niño.

Quizá debido a esta presión popular, entre los años 1880 y 1890, los Ayuntamientos dejan de organizar carreras de asfalto. Lejos de desanimar a los aficionados, la negativa de la Administración de dar amparo institucional a este deporte no hizo más que incrementar el número de pruebas ilegales. Además, en 1890, unos aficionados ingleses comienzan los trámites para construir un hipódromo en Gran Canaria. Desgraciadamente, este proyecto nunca llegó a ver la luz.

Posteriormente, durante el s XX, las carreras fueron ganando popularidad y apoyo institucional. Hoy en día, las islas de Gran Canaria, Tenerife y La Palma suelen incluir carreras de asfalto en sus programas de fiestas. 

Fuente: Gara Suárez

Este deporte tradicional ha ido, no obstante, evolucionando y cambiando a lo largo del pasado siglo. En primer lugar, los propietarios ya no usan caballos cruzados. Fruto de la especialización y competitividad, los canarios importan caballos P.S.I. que adquieren o bien en península o bien directamente en las subastas inglesas. Por su relativa cercanía y más bajo coste, el sur de España suele ser un gran mercado para los canarios. Así, por ejemplo, tras finalizar los ciclos de verano de Sanlúcar, un camión entero de P.S.I. puso rumbo a las islas.

Además, ya no existen carreras ilegales. Las pruebas de asfalto están totalmente integradas en la cultura popular e historia de los Canarios. Una buena parte de los ayuntamientos de Gran Canaria, Tenerife y La Palma incluyen estas pruebas en sus programas de fiestas. Así, los aficionados pueden disfrutar de carreras de manera prácticamente ininterrumpida entre los meses de abril y octubre.

Finalmente, las tradicionales carreras de asfalto conviven con las pruebas disputadas en hipódromos. Aunque en la actualidad sólo el recinto de Valleseco (Gran Canaria) sigue albergando carreras, en el pasado hubo hasta tres hipódromos en la isla de Gran Canaria.

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