
Segundo artículo sobre las carreras de caballos en Canarias. En esta segunda entrega conoceremos el estado actual del turf en el archipiélago.
En la primera parte (que podéis consultar aquí) repasamos la historia del turf en Canarias y cómo este deporte se desarrolló en las islas. Hoy conoceremos un poco más su estado actual y sus particularidades.
La afición canaria a las carreras de caballos no es sólo un gran oasis dentro del desesperanzador desierto del turf en España. Sino que, debido a su condición insular y su distancia con la península, es casi un milagro. Pese a todas las dificultades que entraña vivir en unas islas, los canarios han demostrado una afición de hierro. Con pruebas semanales, los aficionados pueden disfrutar del turf durante todo el año.
Y es que la situación de Canarias no pone las cosas nada fáciles a las cuadras locales. Por ejemplo, importar un caballo desde la península a las islas supone un desembolso de entre 400 y 3000 euros (dependiendo de los puntos de partida y llegada) Dos Hermanas y Sanlúcar, debido a su relativa cercanía, suelen ser las opciones más populares entre las cuadras canarias. Pero muchos propietarios acuden también no sólo a Madrid o Lasarte, sino que se desplazan hasta Inglaterra, Francia o Irlanda para pujar y comprar purasangres en las subastas de caballos en entrenamiento de estos países.

Además, el turf ha adolecido del impuso de las élites y aristocracia con el que contó el deporte en la península. Contrariamente a Lasarte o Madrid, las carreras de caballos en las islas nacieron y crecieron con el apoyo del pueblo. Y este apoyo popular sigue hoy en día vigente. Así, no es difícil encontrar propietarios mileuristas que, pese a las dificultades económicas que atraviesan, mantienen a su caballo de carreras. De hecho, muchas de las cuadras canarias no cuentan con más de uno o dos ejemplares en activo.
Esta realidad configura también el propio desarrollo y trabajo de las cuadras canarias. En el turf del archipiélago no existe la figura del preparador. Son los propios propietarios o, incluso, los jockeys, los encargados de entrenar a los caballos. Respecto a estos últimos, el turf es para ellos una afición y no una profesión. En la actualidad hay cerca de unos veinte jockeys en activo en las islas, tres de los cuales son mujeres. Amauri Hernández, Pedro Roque o Gonzalo Martín son tres de los jockeys más destacados.
En tercer lugar, Canarias supone para el turf peninsular un viaje de ida pero, también, de vuelta. Muchas son las cuadras de las islas que, tras una exitosa andadura en su tierra, dan el salto a península con grandes resultados. Nombres como Safsaf, Los Toneles-Dos Tumbos, Mallow Gran Canaria, isla de Fuerteventura o Díaz Ramos son algunos de los ejemplos más conocidos.
Y, aunque sea menos habitual, también encontramos caballos que, tras triunfar en las carreras locales, hacen lo propio en nuestros hipódromos. El caso más conocido es el de “Shumookh”. El hijo de “Mujahid” puso rumbo a península tras sus buenos resultados en La Palma. Aquí, el defensor de los colores de “Los Aspirantes-Dos Tumbos” se consagró como uno de los mejores milleros de su generación. Ganador del Hispanidad y Gobierno Vasco, logró también colocarse en tres ediciones del Carudel. Además, demostró su versatilidad con su segundo puesto en toda una Copa de Oro.

La alazana “Noozhah” es otro buen ejemplo. Aunque nunca llegó a competir en península (llegó a los prados de Milagro ya como yegua de vientre) su impronta en nuestro turf es innegable. La hija de “Singspiel” nos ha dejado tres black type sobre cuatro corredores y seis productos. Su sangre sigue hoy en día vigente en nuestros hipódromos gracias a su mejor vástago, “Noozhoh Canarias” (líder de la estadística de sementales y subcampeón de la misma en las tres últimas ediciones)
“Benijo’s Brave” (“Brave Prospector”) presenta la particularidad no sólo de ser un caballo de una cuadra canaria sino de, además, haber nacido en las islas. Así, aunque sea poco habitual, algunas cuadras crían también sus propios ejemplares. Precisamente el padre del pensionista de Los Regalados ejerce como padrillo en la isla de Tenerife.
Pero la relación entre Canarias y la península es bidireccional. Las islas se constituyen como una segunda oportunidad para muchos ejemplares habituales de nuestros hipódromos. Caballos como “What’s up” (ganador de la Poule) “Don Sancho” (ganador del derby) o “Arab Poet” (ganador del Covarrubias) han continuado su carrera deportiva en las islas.

Finalmente y debido a las particularidades del archipiélago, cada isla cuenta con sus propios campeonatos, pruebas, cuadras y caballos. En el pasado no eran muy frecuentes los desplazamientos entre islas, por lo que cada cabildo constituía un ecosistema propio de carreras. Sin embargo, en la actualidad existen algunas iniciativas que intentan superar estas barreras y promover los enfrentamientos entre ejemplares de distintas islas.
Como curiosidad destacar que las pruebas y su reglamento están controlados y auspiciados por la Real Federación Hípica Canaria; siendo éste uno de los pocos ejemplos en Europa donde las carreras de caballos se desarrollan bajo el abanico de una federación hípica.


estoy tratando de seguir los pasos de un PSI que fue vendido en Madrid con destino Canarias, de nombre Wayna. ¿Cómo podría saber si llego a correr allí?
Gracias
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