Khadija Abdulwahed (31 años) es única en su especie. Es la única jockey local del circuito de Qatar y, junto a la francesa Chloe Mignonneau, una de las dos mujeres con licencia en el país. Pese a las pocas oportunidades, esta temporada ya suma una victoria y cinco colocaciones en ocho salidas a pista.
La presencia de Khadija Abdulwahed en el paddock de Al Rayán o Al Uqda (los dos hipódromos de Qatar) llama enseguida la atención. Es una de las dos únicas mujeres con licencia en el país y la única jocketa qatarí del circuito.
Abdulwahed empezó a montar a caballo con 7 años. Tras un breve paso por el salto de obstáculos, en 2007 decidió acortar los estribos y centrarse en el siempre difícil y competitivo mundo del turf. Desde entonces y hasta el momento de escribir estas líneas (22 de diciembre de 2024) la qatarí ha disputado 225 pruebas en su país, contando con 10 ganadores y 73 colocados para casi 74.000 reales qataríes en premios (algo más de 19.000 euros).
Desgraciadamente, las oportunidades no abundan para Abulwahed. En un turf donde se disputan entre 21 y 24 pruebas cada semana entre los meses de octubre y abril, la jocketa sólo montó ocho carreras en la temporada pasada y 12 en el curso 2022-2023.
No obstante, la falta de montas no mina la moral de Abdulwahed: “desde que era niña mi meta era convertirme en jockey. Desde muy pequeña, amaba ver las carreras. Definitivamente, no es un mundo fácil. Pero, como siempre digo, no hay nada fácil pero tampoco imposible cuando una persona ama lo que está haciendo.”
Su perseverancia parece estar teniendo premio y dando, finalmente, sus frutos. En esta temporada (que comenzó en noviembre) ha montado ya a un ganador y a cinco colocados, sobre ocho montas totales. Unos números nada desdeñables, máxime si tenemos en cuenta que rara vez las pruebas bajan de diez o doce participantes.
Como todo jockey con solera, Abdulwahed cuenta con sus propias heridas de guerra. La más grave, una difícil caída en 2014 que le tuvo apartada de las pistas hasta 2017.
Pese a ser la única jocketa local, Abdulwahed no se ha sentido discriminada en el turf qatarí. La jocketa, aficionada al turf europeo, sigue con especial ilusión a la campeona británica Holly Doyle. Abdulwahed valora también positivamente que haya cada vez más mujeres jocketas en el viejo continente.
Cuando es preguntada por su mayor meta en el mundo del turf, la qatarí no duda ni un momento y afirma, rotundamente, que su sueño pasa por convertirse en profesional. Actualmente compite como aficionada, título que le permitió, en el año 2023, disputar en Reino Unido la popular Magnolia Cup. Destinada a amazonas aficionadas y siempre con un fin benéfico, la Magnolia Cup es toda una institución en las islas. La edición de 2023 consiguió recaudar más de 246.000 libras para obras de caridad.
Abdulwahed selló su participación con buena nota, acabando tercera. Máxime si tenemos en cuenta que no tuvo tiempo para preparar la carrera, ya que fue llamada para competir la misma semana de la prueba. Las prisas provocaron que la jocketa pisase suelo británico con todo el equipo de competición, pero sin vestido para la gala solidaria que precede al evento.
La qatarí, que puede montar hasta en 46 kilos, se toma muy en serio su papel como jocketa. Actualmente entrena a diario en el gimnasio y corre ocho kilómetros dos veces por semana. Además, es embajadora de F45. Abdulwahed se prepara así para dar un paso más en su carrera y convertirse en la primera jocketa profesional del país.
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