
Las carreras de caballos a la amazona (con sillas de cornetas) son una disciplina pujante. En Estados Unidos y Reino Unido, las amazonas cuentan con pruebas específicas para esta curiosa disciplina.
No hace mucho tiempo, las mujeres no podíamos montar “a horcajadas” (es decir, con una pierna a cada lado). Debíamos montar “de lado” (también conocido como “montar a la amazona”), ya que, según decían, la monta a horcajadas podría hacer perder la virginidad a estas mujeres.
Debajo de esta tonta excusa se escondía el verdadero motivo: poder montar a caballo suponía una liberación, en tanto los caballos han sido, durante siglos, un medio de transporte. Dificultar que las mujeres pudiesen montar significaba, también, dificultar sus movimientos y libertad. De hecho, las propias mujeres tuvieron que ingeniárselas para crear sillas cada vez más cómodas y seguras, que les permitiesen montar solas, sin ayuda de palafreneros.
Poco a poco, las mujeres fuimos conquistando derechos. En el campo de la hípica, esta nueva situación se tradujo en una paulatina desaparición de la monta a la amazona. Ahora, podíamos montar a horcajadas, como los hombres. Una forma de montar más sencilla y segura.
Pero de un tiempo a esta parte, la monta a la amazona está recuperando terreno. Son muchos los adeptos (y no sólo mujeres) que deciden pasarse “al lado bueno de la equitación”, desempolvar la silla de cornetas y probar otra forma de montar a caballo.
Dentro de esta diferente forma de montar, hoy queremos destacar las carreras de caballos con silla de cornetas. Estas carreras no se disputan en hipódromos, como estamos acostumbrados. Esta disciplina no está asociada a las carreras convencionales, sino al hunting (o caza). Por lo tanto, estamos ante carreras de vallas, que se disputan en campos abiertos y donde las amazonas compiten con el vestuario tradicional.
La prueba reina en esta disciplina es el “Dianas of the Chase Cup” (Copa de Diana de la caza). Esta carrera, que data del año 1924, fue recuperada en 2013. La prueba se disputa sobre la distancia de 3200m (2 millas) e incluye 14 vallas.
Aunque la prueba estuvo abierta a toda mujer que quisiese participar, desde hace algunos años (y debido al éxito de ésta) existe una pequeña clasificatoria, que se disputa en el Aytesford Cross Country, sobre la altura de 1m.

También en Inglaterra, desde año 2015, se disputa una prueba sobre 1.800m en la localidad de Wincanton. Esta carrera, organizada por el joyero Philippa Holland, está inspirada en el Dianas of the Chase. La carrera de Wincanton tiene, además, una finalidad solidaria: los fondos recaudados se destinan a una asociación local de afectados por lesiones de la espina dorsal.
La ganadora de la carrera de Wincanton recibe una copa (“The Field Cup”). También hay, además, premios para la segunda y tercera clasificada: una silla de cornetas y una tabla de quesos, respectivamente. Igualmente, todas las participantes reciben un ramillete de flores y un broche de plata, con una referencia a la diosa Diana.
Si cruzamos el charco, también encontramos pruebas de este tipo en Estados Unidos. La prueba más conocida es, probablemente, la que se disputa en la localidad de Cheshire (en Pennsylvania), denominada “The Mrs. Miles B. Valentine Memorial Side Saddle Race” y que se encuadra dentro del “Cheshire point to point”, popular meeting de carreras. Aunque la primera prueba se disputó en 1930, esta peculiar carrera se fue perdiendo con el paso del tiempo y, al igual que ha ocurrido con el Dianas of the Chase, tuvo que ser recuperada en el siglo XXI. Concretamente, la prueba de Cheshire se corre desde el pasado 2016.
El “The Mrs. Miles B. Valentine Memorial Side Saddle Race” se disputa sobre la distancia de 1800m. Durante el año de su recuperación, en 2016, la misma estuvo encuadrada en una pequeña competición, formada por dos pruebas más: el “High Hope Ladies Side Saddle Race” (disputada en la localidad de Lexington, en Kentucky) y el “The Mrs George C. Everhat Memorial Invitational Sidesaddle Race” (sita en Leesburg, Virginia). La ganadora de todas estas pruebas (y, por tanto, de la copa) fue la popular Susan Oakes. Oakes es uno de los rostros más conocidos en el mundo de la monta a la amazona. Ella tiene, por ejemplo, el actual récord del mundo de salto de altura con silla de cornetas: 2,03m.