
Indiana Jones («Indi») y Samuel L Jackson («Sammy») son dos caballos pura raza lusitanos que, cuando apenas eran unos potrillos, fueron mandados al matadero. Afortunadamente, el especialista en cine Dylan Jones se cruzó en su camino y hoy son dos populares estrellas de la televisión británica.
Unos años antes de estallar la crisis económica, los caballos de Pura Raza Española (PRE) y Pura Sangre Lusitano (PSL) vivían un auténtico boom. Sus buenos resultados en doma clásica, su belleza, carácter, el auge de los concursos morfológicos en América Latina… todos estos factores y muchos más hicieron que la popularidad de estas dos razas se disparase y muchos ganaderos incrementasen su cabaña.
Pero, con la crisis, todo cambió. El mercado se paró en seco y aquellos animales de calidad media-baja, con precios inflados, no encontraban salida. Además, muchos ganaderos, para quienes la cría no era más que un hobby, perdían sus empleos y tenían que reducir cabezas. Desgraciadamente, muchísimos caballos fueron abandonados a su suerte y, otros tantos, mandados a mataderos.
Corría el año 2014, un año muy duro en España y Portugal, cuando Dylan Jones, propietario de la empresa especializada en caballos para cine y televisión Dolbadarn Film Horses, vio un anuncio en internet. Una ONG portuguesa pedía ayuda para rescatar a un lote de PSL que iban a ser mandados al matadero. Dylan, que aprendió equitación clásica en Portugal y siente un gran aprecio por los lusitanos, se puso manos a la obra.

Tras convencer a unos sponsors, Dylan contactó con la ONG y preguntó por un potrillo castaño. La sorpresa llegó cuando Dylan descubrió que aquel caballo tenía un amigo: un potrillo tordo de apenas unos meses de edad. Los sponsors le propusieron al especialista salvar a ambos caballos, ya que los dos equinos parecían haberse convertido en inseparables.
Dylan todavía recuerda el día que ambos animales llegaron a Gales. Los dos potros fueron separados de manera temprana de sus madres, por lo que estaban desnutridos. «La sensación de muerte alrededor de ellos era inimaginable» admitió Dylan al medio inglés HorseAndHound.
Su historia, desgraciadamente, es una anécdota aislada. «Creo que son los únicos caballos de aquél grupo que se pudieron salvar«, revela Dylan.
Ya en su nuevo hogar, y rebautizados como «Indiana Jones» (el castaño) y «Samuel L Jackson» (el tordo), los caballos empezaron una nueva vida en un pequeño paddock. A los 18 meses, cuando ya estaban recuperados, comenzó su proceso de doma.

Dylan afirma que el entrenamiento de estos dos caballos ha sido mucho más fácil que la doma de cualquier otro animal que haya tenido. El especialista en cine cree que el trauma que pasaron ambos equinos de jóvenes les ha hecho desarrollar un vínculo muy estrecho con sus cuidadores.
Desde Dolbadarn Film Horses confirman que, mientras otros caballos se muestran nerviosos en su primer contacto con un escenario y las cámaras, «Indie» y «Sammy» estaban relajados y tranquilos. Dylan cuenta asombrado cómo, la primera vez que enganchó a Sammy a un carro, éste ni se inmutó y pudo dirigirlo tranquilamente por la ciudad como si fuese un caballo especialista en enganche.
No obstante, cada caballo tiene su propia personalidad y eso les hace más propensos a brillar en unos papeles u otros. Por ejemplo, Indie es un caballo relajado y fácil mientras que Sammy es rápido e inteligente.

Ambos animales ya han hecho sus primeros pinitos en cine y televisión. «Indie» debutó en la película «Mary Queen of Scots» y, posteriormente, apareció en la serie de HBO «His Dark Materials», producción en la que también apareció «Sammy».
Pero, sin lugar a dudas, el momento cumbre de los lusitanos llegó el pasado 29 de mayo, cuando «Sammy» interpretó el papel de Heracles en la popular telenovela británica Coronation Street. Ésta es una de las series más longevas de la televisión, pues lleva emitiéndose desde el año 1960 y cuenta con casi 10.000 episodios. Coronation Streeet es, además, la serie que inspiró el polémico videoclip del single de Queen «I Want to break free».
El director de la telenovela contactó a Dylan, pidiéndole un caballo muy especial, que pudiese actuar en una situación de caos total en la que el animal debería galopar libre por las calles. Dylan pensó rápidamente en «Sammy» y devolvió la llamada del director: «Tenemos a ese caballo.»
Pese a todo, la fama parece no haberse subido a la cabeza de los dos caballos, que siguen trabajando duro para ser unas auténticas estrellas de la pantalla.