
Marion Coakes fue la primera mujer que consiguió una medalla olímpica en la disciplina de saltos de obstáculos en México’68 (hasta 1956, las mujeres no podían competir) y lo hizo a lomos de «Stroller», un poni.
Marion Coakes nació en 1947 en Hampshire (Inglaterra), en una familia de granjeros. Los Coakes estaban muy vinculados a la hípica, como prueba el hecho de que dos hermanos mayores de Marion, John y Douglas, formaron parte del equipo junior de Inglaterra.
Marion, como mandaba la tradición familiar, aprendió a montar con tan sólo 3 años gracias a un burro que la familia tenía en la granja. En 1960, cuando Marion tenía 13 años, llega a casa «Stroller», un poni de 8 años, cruce de Pura Sangre Ingés y Connemara, comprado en Irlanda.
«Stroller» se convirtió en el compañero de Marion en la categoría junior. Cuando Marion cumplió los 16 años y acabó su paso por las categorías inferiores, su padre pensó en comprar un caballo más grande, más acorde con las alturas que debía encarar Marion en su nueva etapa. Pero la amazona se negó y siguió montando a su leal poni.
En 1962, cuando Marion tenía 18 años y sólo llevaba 2 temporadas compitiendo en adultos, ambos ganan el prestigioso «Queen Elizabeth II» (una prueba internacional reservada a amazonas) y forma parte del equipo inglés que logra hacerse con tres Copas de Naciones y con la Copa Presidente (el equivalente al Campeonato del Mundo de Copa de Naciones).
En 1964, el binomio gana el Trial del Derby de Hickstead y son segundos en la prueba principal. Un año más tarde, en el impresionante verde de Hickstead, Marion y «Stroller» ganan el Campeonato del Mundo de Amazonas. Hickstead siempre ha sido una pista fetiche para esta pareja (aunque los saltos de la legendaria prueba inglesa puedan parecer imposibles para un poni que apenas llegaba al 1,43 m): ganaron el derby en 1967, quedando segundos, de nuevo, en 1968 y 1970 y ganando el Campeonato del Mundo de Amazonas, por segunda vez, en 1971. En 1970, también se hacen con el Derby de Hamburgo y es nombrado caballo del año.
Sobre su victoria en el Derby de Hamburgo, Marion recuerda: «cuando pasamos la última valla, las 25.000 personas del público se volvieron locas. Fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida. Habíamos completado el recorrido limpio número 50 en la historia del derby y, además, era la primera mujer en conseguirlo».

Previamente, en 1968, Marion y «Stroller» formaron parte del equipo inglés en los Juegos Olímpicos de México. Hay que recordar que ésta era la cuarta edición para las mujeres -previamente tenían prohibida la participación- y que todavía no había habido ninguna medallista olímpica en esta disciplina.
Marion y «Stroller» pasaron a la historia no sólo por ser la primera mujer medallista en unos Juegos Olímpicos en la disciplina de salto de obstáculos, sino también al hacerlo a lomos de un poni. Ese mismo año, además, fue nombrada deportista femenina del año en Inglaterra.
No obstante, la historia de Marion y «Stroller» en México no fue fácil. El poni sufrió problemas por la altitud a la que se encontraban y se le partió un diente. El caballo estuvo con pastillas e inhaladores en los días previos al concurso.
Ese diente partido probablemente fuese el culpable del único rehuse que «Stroller» cometió en su vida deportiva y que supuso la eliminación de Marion en la prueba por equipos de esos JJOO.
La fuerza y corazón del poni eran tan inmensos que Marion solía competir con él en las pruebas de potencia (pruebas sin recorrido, donde sólo se salta un muro de, cada vez, mayor altura). En Amberes, en 1967, ambos superaron un vertical de 2,03m (es decir, unos 60cm por encima de la alzada de «Stroller»).
«Stroller» fue un auténtico fenómeno de masas a finales de los años 60. Se editó un libro sobre él (escrito por Marion) y los fans escribían a su propietaria para pedirle pelos de su crin y cola.
Marion, por su parte, también es una celebridad en las islas. En 2006 su nombre pasó a formar parte del Hall de la Fama de la British Horse Society y, previamente, a principios de los 70 apareció en la famosa serie televisiva «Monty Python’s Flying Circus».
«Stroller» falleció en 1988, a la edad de 36 años. Marion, que hoy cuenta con 72 años, vive retirada junto a su marido David Mould (ex-jockey) y a su hijo Jack en New Forest.
